Tres pintores de diferentes generaciones filosofan sobre el concepto de arte. El mayor de ellos, un anciano misterioso e inescrutable, habla de una obra oculta en un lugar apartado, su obra maestra culminada, en la que dice haber conseguido plasmar la imagen ideal de una mujer. Ambientada en la Francia del siglo XVII, Honoré de Balzac (1799-1850), ingenioso inventor de la Comedia Humana, escribió esta fábula, cautivadora no sólo por su contenido contextual, sino también por el mensaje que alberga. El lector se adentra en la búsqueda interior del viejo pintor Frenhofer y en su lucha por plasmar lo indescriptible con sus propias manos, sirviéndose para ello de la imaginación y el entusiasmo.